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Su Revista Villa del Parque y Devoto COMER PESCADO
El pescado es un alimento muy recomendable que merecería más atención para nuestras dietas. Veamos un poco porqué este producto que no suele ser un alimento permanente en nuestras comidas es realmente importante.
Conviene recordar que la grasa presente en los pescados, es rica en ácidos grasos polisaturados, que tienen una influencia favorable sobre la tasa de colesterol en la sangre, reduce la tensión arterial y la viscosidad de la sangre, atenúa la formación de coágulos en la sangre y regulariza el pulso. Si bien el consumo de pescado no es el único factor que juega en este campo. Es cierto que comer mucho de ellos no puede tener sino efectos benéficos para la salud. Los pescados grasos son ricos en vitaminas A y D. Como esta última está esencialmente presente en la manteca y en la margarina, las personas que siguen un régimen pobre en materias grasas, pueden tener interés en consumir regularmente estos pescados, que de todas maneras son menos grasos que la carne roja.
Otra ventaja es que al ser un producto de mar es rico en yodo, elemento importante para el buen funcionamiento de la tiroides. También es rico en selenio elemento que juega un rol en el mecanismo de defensa del organismo contra diversas formas de cáncer.
El fósforo, abundantemente presente en el pescado, es importante para la formación de los huesos. Pero, contrariamente a una idea muy extendida, comer mucho pescado no nos vuelve más inteligentes.
Demás, hay que agregar que el pescado es muy digestivo y que no necesita una preparación larga y complicada.
PESCADO CONGELADO
Es un producto que se puede comprar fácilmente y siempre está a nuestra disposición en el congelador de nuestras casas conservando su valor nutritivo.
Debe presentar cuando se corta una carne compacta. Es decir, que la pieza entera debe estar totalmente dura, a la presión de los dedos. Tampoco tiene que tener raspaduras ni erosiones en la piel.
Troceado: tanto la superficie del corte como la espina debe tener un color blanco y uniforme, y sus trozos mantenerse completamente duros.
Envasado en rodajas: su dureza y cloración debe mantenerse igual que en el caso anterior o sea del pescado troceado. La envoltura o envase no debe estar roto y si herméticamente cerrado, sin contacto con el aire.
COMO COMPRAR PESCADO
Para no tener sorpresas o alimentarnos con un producto que no guarda toda su frescura y que puede hacernos daño es conveniente estar atentos cuando compramos pescado.
Elegir una pescadería que venda mucho. Cuando hay mucho movimiento el pescado tiene mas chance de estar fresco.
Sepa que no hay ninguna relación entre el lugar propuesto y la calidad del pescado. Ciertos puntos de venta ofrecen un gran número de productos que, no son necesariamente de primera frescura, en tanto que otros proponen una selección más reducida, pero más frescos.
La limpieza aparente que reina en un comercio es un buen punto a considerar, pero no es una garantía absoluta de calidad irreprochable del pescado. Es una indicación cierta, pero nada más.
Por el contrario, el aspecto del pescado propiamente dicho no puede engañar.
Evite comprar el pescado no conservado en hielo.
Si tiene que transportar el pescado a un lugar alejado o con calor, provéase de una heladera de mano y no dude en pedirle a la pescadería hielo para transportarlo.
En su casa coloque enseguida el pescado en el refrigerador. Si no lo puede comer el mismo día, lo que siempre es preferible, vigile que la temperatura de la heladera no sea superior a 4º C.
Si no tiene la posibilidad de comprar regularmente pescado fresco, porque no vive próximo adonde lo pescan, no renuncie a comerlo, se encuentra una gran elección de pescados congelados en filetes, en trozos o también enteros a precios apenas más elevados que los más baratos.
Los pescados que usted congela pueden conservarse por 2 ó 3 meses, para los pescados grasos (por ejemplo: arenque, trucha, salmón, anguila de mar, sardinas, atún, etc) y de 6 a 8 meses para los magros (por ej. bacalao seco, bacalao fresco, lenguado, raya, etc). No es necesario descongelar el pescado antes de prepararlo.
Cuando sea posible comprarlos enteros, se debe calcular cuanta es la parte más comestible. Hay grandes diferencias de precios para el mismo producto. Si uno descuenta los desechos, el pescado entero no resulta más barato que los filetes.
EL OJO DEL CONSUMIDOR

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